Primera visita de orientación gratuita
Llámanos al:
971 31 58 54





CENTRO DE PSICOLOGÍA Y PSICOTERAPIA
Psicooncología
La Psicooncología es la rama de la Psicología que se encarga de la evaluación y tratamiento del paciente oncológico y sus familiares durante todas las fases de presentación del cáncer u otra enfermedad crónica grave.
El papel del Psicooncólogo es fundamental ya que busca incentivar en el paciente y en sus familiares el uso de estrategias de afrontamiento adecuadas para facilitarles la adaptación a dicha enfermedad, y con ello, mejorar su calidad de vida.
La Psicooncología cuida del paciente, de su entorno familiar y del personal sanitario que les atiende. La aparición de una enfermedad en la familia implica unos cambios y éstos a su vez, suponen la generación de nuevas necesidades en la familia, necesidades que, con toda probabilidad, van a ser cambiantes a lo largo de todo el ciclo vital del paciente.
El impacto del diagnóstico de cáncer, con todas sus connotaciones negativas, y el afrontamiento de un tratamiento cuyas consecuencias inciden en la calidad de vida del paciente, constituyen las bases para que el afectado sea candidato a recibir soporte psicológico especializado.
La psicooncología tiene los siguientes objetivos:
• Llevar a cabo una atención integral que tenga en cuenta los aspectos físicos, emocionales, sociales y espirituales, tanto en el paciente, como en su entorno familiar y social.
• El enfermo y la familia son la unidad a tratar, proporcionando el soporte emocional necesario y estableciendo, a través de una relación franca y honesta, una comunicación sincera con el enfermo, la familia y el equipo terapéutico.
• Promover la autonomía y la dignidad del enfermo en el sentido de conservar y restaurar, en la medida de lo posible, todas sus capacidades, tanto prácticas como afectivas y relacionales.
• Se trata de una concepción terapéutica activa, que incorpora una actitud rehabilitadora, con miras al funcionamiento integral del enfermo en todas las esferas de su vida.
• Un ambiente acogedor, una atmósfera de respeto, una actitud de aceptación incondicional, el confort y el soporte adecuados y una comunicación sincera y fluida, influyen, de manera decisiva, en el control de los síntomas de la enfermedad.